Chaqueta de cuero y cigarro en mano.

Sale a la calle, con su nueva chaqueta de cuero, y un cigarro, y se le sube a la cabeza el ego, y fuma con una media sonrisa de diversión,  confiada ,en vista de la dureza que la chaqueta negra le da; en el fondo, no se da cuenta de que dentro la chaqueta,  ella se rompe , se vuelve débil , pero sigue sonriendo, porque hoy, vamos a ser superficiales, y se cree atractiva  y despampanante con la dichosa chaqueta, pero en el fondo le sabe amarga porque duda poder tener la ocasión de lucirla delante de la única persona que quisiera que la viera, dura, fuerte, despampanante, aunque sólo fuera una vez.