Suspiros de humo, confidentes de nuestros mundos de colores.

Cerrar los ojos, y que cale hondo el humo, y sacar en un suspiro las preocupaciones, y que te arda la garganta, y ver el mundo de colores, y que sin embargo, no te preocupe nada más. Y relajarte relajandote, entre arboles verdes en cielos azules, donde los dias grises, como humo, se vayan fuera cuando suspires, cuando te relajes, y cuando cale hondo todo, también el olvido, cuando te arda la garganta, cuando rías por tonterías, cuando alejes con los ojos cerrados todas tus preocupaciones.